EL DRENAJE LINFATICO MANUAL

Existen diferentes métodos de Drenaje Linfático Manual.

  • El método Voder,

  • El método Földi, y

  • El método Leduc.

Estos entre los más conocidos. Sus diferencias son mínimas, y están en relación a variantes en las técnicas empleadas para el drenaje.

POR QUÉ DRENAJE LINFÁTICO, Y NO MASAJE LINFÁTICO?

Amasar, según el Diccionario de la Real Academia Española, es :»Mover y apretar una masa»…, mientras que drenar es: «Avenar, es decir dar salida al agua detenida»… Esto significa que las maniobras para realizar esta práctica, deben ser suaves y muy delicadas, pues si son bruscas (amasar), en lugar de favorecer que el exceso de «linfa» retenido sea avenado, por la red linfática subdérmica, que es la que se trata de estimular con estas maniobras, se lesionen dichos vasos, conduciendo a un agravamiento de la enfermedad: LINFEDEMA. Por lo tanto, la técnica del drenaje linfático manual consiste en hacer llegar a los territorios linfáticos sanos el exceso de líquido acumulado en las zonas de edema por medio de manipulaciones o maniobras muy suaves y delicadas (v.g.: del bostezo). El drenaje linfàtico debe ser practicado por un especialista en linfologia o terapista especializada, bajo la conducción del primero. En una sesión de drenaje existen diferentes actos esenciales, primero la preparación del paciente es muy importante, la relajación en un ambiente tranquilo y confortable. Luego el inicio de las maniobras para «preparar a los linfáticos sanos» a recibir el incremento de líquido desde las zonas de bloqueo linfático a drenar y finalmente los movimientos de drenaje fundamentales. Dos son importantes. Un movimiento de llamada o evacuación destinado a evacuar la linfa a distancia de la zona enferma hacia los vasos precolectores y colectores sanos. Otro movimiento de captación o de reabsorción para favorecer la penetración de la linfa en los vasos linfáticos a nivel de la zona del edema. Cada sesión de drenaje linfático manual, tiene una duración en el tiempo de unos 45 a 60 minutos, al final de los cuáles, UD. sentirá, casi de seguro la imperiosa necesidad de concurrir a evacuar su vejiga, síntoma inequívoco de que esa sesión le ha sido útil. Al finalizar el mismo, se evaluará la necesidad de realizar un vendaje especializado del miembro enfermo, por medio de la superposición de vendas especiales de baja extensibilidad con el fin de lograr crear una contrapresión sobre los tejidos para disminuir la ultrafiltración de los capilares. La necesidad e importancia del uso del BANDAGE (vendaje, en francés) debe ser comprendida por el paciente Se utilizará cuando el linfedema se torna «blando» y ha reducido, será, en ocasiones, necesario estabilizarlo con un vendaje adecuado, ya que el resultado del tratamiento puede no llegar a ser el esperado. A su vez, para estimular la circulación linfática, el paciente aprenderá una serie de ejercicios especialmente diseñados para activar la contractilidad de los capilares linfáticos, lo que favorecerá los resultados obtenidos con el drenaje linfático manual al favorecer el retorno venoso y linfático, mejorando su circulación.

BOTAS o BOMBAS DE ELASTOCOMPRESIÓN GRADUADA o PRESOTERAPIA.

Casi todos las sugieren para disminuir el edema del miembro afectado, con resultados variables. Algunos pacientes, los portadores de linfedema incipiente, no organizado (grado I), pueden obtener alguna mejoría; la mayoría, portadores de linfedema con distintos grados de fibrosis, organizados (grados II-III), no. Sin embargo, la incidencia de complicaciones es la misma para ambos. ¿Cómo trabaja una bota de elastocompresión? ¿Qué hace? ¿Por qué estamos contra su uso? Simplemente actúa “forzando” la salida de líquido del área. No estimula el drenaje por reabsorción de los linfáticos, por lo tanto nunca puede lograr el mismo resultado que el DRENAJE LINFÁTICO MANUAL (DLM). Hay dos tipos de botas de elastocompresión:

  • Secuencial, es decir tiene varias cámaras 2 a 24, que en forma de oruga van comprimiendo el miembro;

  • No secuencial, es decir 1 cámara, en la cuál el miembro afectado es “atrapado” y comprimido a lo largo del mismo y de una sola vez.

La primera es menos traumática, mientras que la segunda puede causar más daño, sobretodo si previamente a su aplicación no se realizo DLM. Existe otro tipo de bota de elastocompresión que es la de mercurio (Hg) la cuál brinda una compresión graduada muy pareja, por lo que el número de complicaciones es mínimo, cuando se utiliza con prudencia y es particularmente útil en los Linfedemas fibróticos, pero en la Argentina no hay al momento actual este tipo de botas dado que son muy costosas y complejas para su manejo.

¿POR QUÉ CAUSAN COMPLICACIONES LAS BOTAS DE ELASTOCOMPRESIÓN?

La disminución de tamaño del miembro se obtiene por el drenaje a través de los linfáticos del líquido (linfa) que se halla en el espacio intersticial con DLM. Los linfáticos superficiales son vasos pequeños y muy frágiles Al utilizar la bota de elastocompresión, la presión que ésta ejerce durante aproximadamente 30 minutos sobre aquellos pueden dañarlos y seguramente romperlos, dado que suelen aplicarse presiones de hasta 60 Mm. de Hg. (las botas de elastocompresión a menudo se utilizan a presiones mayores). Al romperse estos vasitos, se destruyen vías que pueden drenar el exceso de líquido por lo que se torna más difícil el transporte de la linfa. Algunos de éstos pueden regenerarse, pero la mayoría se fibrosan. Los vasos linfáticos profundos, podrían ser los que drenen entonces el líquido, pero ¿que ocurriría si éstos estuviesen “bloqueados” o fuesen inadecuados para esta tarea? Pues bien, la zona proximal del miembro donde la bota esta comprimiendo, se vería sobrecargada de liquido, por lo que los linfáticos en ella se romperían y se desbordarían alimentando aún más ó provocando un nuevo linfedema, lo cuál llevaría a la organización y fibrosis de esa zona por encima de la bota reduciendo la capacidad de drenar líquido de las áreas adyacentes, pudiendo, según la gravedad, por ejemplo en el linfedema de brazo, llegar a afectar ¡el brazo opuesto!. En el linfedema de miembros inferiores, puede llegar a afectarse la zona genital (en el linfedema primario, la otra pierna suele tener linfáticos anormales, aunque no se muestren evidencias de edema). En el linfedema secundario puede afectarse el drenaje de la pelvis. Entonces el miembro normal, es un miembro de “riesgo”. Todo ello puede causar una infección e inflamación (linfangitis) en el área.  Pues las botas de elastocompresión pueden transmitir infecciones de un paciente a otro, al producir pequeñas microefracciones (rupturas microscópicas) de la piel. Todo esto, empeora el linfedema, y pone en riesgo la vida. Los resultados de la utilización de las “botas”, a corto o largo plazo, casi nunca se han publicado.

LAS COMPLICACIONES CAUSADAS POR LAS BOTAS DE ELASTOCOMPRESIÓN SON SEVERAS

  • linfedema genital (fístula linfática en piel, y riesgos de infección),

  • linfedema de las áreas vecinas al miembro afectado,

  • linfedema en el aparentemente miembro opuesto sano,

  • aparición de linfedema en zonas proximales a la zona de acción de la “bota”, y      dolor e inflamación.

Existen antecedentes de pacientes tratados con botas de elastocompresión, tanto hombres como mujeres, que posteriormente al tratamiento con éstas, presentaron linfedema genital, así como otros, con miembros opuestos clínicamente normales, posterior a la sobrecarga recibida, comenzaron a edematizarse generando la enfermedad o presentaron fístulas linfáticas. Todo edema próximo a la “bota”debe ser evitado, pues ese líquido es una colección rica en proteínas, lo que da origen al linfedema. Si no queda otra alternativa que utilizarlas, se debe evitar que la bomba efectúe una alta presión, debiéndose detener el proceso si se observa aumento del diámetro del miembro tratado. Se debe controlar tanto en hombres como mujeres, la zona genital. La bota de elastocompresión de muchas cámaras, siendo la más eficaz, es la más peligrosa. Si se observa que la zona se pone coloreada, se debe interrumpir el tratamiento y avisar al médico. Las botas de elastocompresión son muy peligrosas cuando se utilizan en miembros dónde previamente se han efectuado vaciamientos ganglionares, por cirugía o por rayos, y no deben usarse en linfedemas primarios. Si se deben utilizar, es muy importante que la presión no sea mayor de 40 mm de Hg; cuanto mayor sea la presión, mayor riesgo de complicación. (MD. Casley Smith, Judith) Durante el Congreso Internacional de Linfología,  realizado en Washington en el Año 1993, se acordó que si no existía otra alternativa, previo drenaje linfático manual, se podía utilizar pero a una presión menor de 40 mm Hg, nunca indiscriminadamente en el hogar, y sólo bajo supervisión profesional. Todo lo antepuesto, no quiere decir que no deban utilizarse las botas de elastocompresión graduada, sino que su indicación es más que precisa, y sólo por profesionales entrenados en ello.

¿CUÁNDO NO DEBEN USARSE LAS “BOTAS”?

No deben usarse nunca: En miembros inferiores:

  • Ante la sospecha de linfedema genital.

  • Linfedema primario.

  • Linfedema secundario, posterior a la ablación de ganglios linfáticos por cirugía o rayos.

  • Cuando hay evidencia de enfermedad arterial o determinadas metabolopatías como diabetes.

  • Cuando hay más de un área con linfedema en el cuerpo.

En miembro superior:

  • Cuando se ha realizado una mastectomía bilateral

  • Cuando se ha realizado un vaciamiento ganglionar por cirugía o rayos.

  • Cuando hay más de un área con linfedema en el cuerpo.

ESTUDIOS SOBRE EL USO DE LAS BOTAS Durante el Congreso Internacional de la Sociedad de Linfología, realizado en Setiembre de 1995, se refirió que posterior al uso de las botas existieron un 32% a 55% de aumento de Linfedemas y  sus complicaciones, en especial genitales. CONCLUSIONES Las botas de elastocompresión no deben usarse solas. En particular no deben usarse nunca:

  • posterior a una mastectomía bilateral, o unilateral con vaciamiento axilar,

  • posterior a cirugías pélvicas en dónde ambos miembros inferiores han comenzado a edematizarse,

  • en linfedema primario,      si existen varias áreas con linfedema,

  • linfedema genital,

  • en Grado II ó mayor, por la fibrosis.