Medias de Compresión

Las medias de compresión se utilizan para apoyar el sistema venoso de las piernas. Ofrecen compresión graduada, lo que significa que la presión que se aplican en el tobillo es mayor que en el muslo, y disminuye gradualmente hacia arriba. Esta graduación actúa comprimiendo los líquidos sanguíneos y linfáticos hacia arriba y afuera de las piernas. Las medias de compresión médicas puede ser útil para todas las patologías venosas, desde una leve inflamación de la enfermedad venosa a las más graves, incluyendo la prevención de la trombosis venosa profunda.

Por lo general son usadas ​​durante todo el día, y durante largos períodos de tiempo. Además, las medias de compresión médica se utilizan después de la operación para muchos de los tratamientos venosos para ayudar en la curación.

Hoy en día las medias de compresión están disponibles por un número de fabricantes diferentes y vienen en una variedad de tamaños, estilos y colores para satisfacer casi cualquier preferencia individual.

Los niveles comunes de medias de compresión graduada incluyen:
Baja presión : 10-15 mm/Hg, 15-20 mm/Hg
Mediana y alta presión: 20-30 mm/Hg, 30-40 mm/Hg, 40-50 mm/Hg

Están disponibles en diferentes alturas; hasta la rodilla, al muslo, pantimedias y los estilos para maternidad.

Uso y Cuidado de medias de compresión

Es importante un buen asesoramiento para la medición de las piernas y lograr así el tamaño adecuado de las medias de compresión. Además, se debe tener cuidado como ponerse las medias de compresión para evitar las arrugas y el agrupamiento, ya que pueden afectar los niveles de compresión y la comodidad. La mayoría de fabricantes ofrecen detalladas instrucciones de colocación y pueden tener accesorios que faciliten el proceso. Las medias de compresión se puede lavar tanto como la ropa normal.

El uso habitual de las medias médicas de compresión a menudo requiere un poco de tiempo para acostumbrarse, tanto por la colocación que puede ser difícil debido a las nuevas sensaciones de compresión continua. Los enfoques propuestos para un buen acostumbramiento incluyen al inicio el uso solo un par de horas cada día y, a continuación ir subiendo hasta el uso diario completo. Muchos pacientes encuentran una clara mejoría en como sus piernas se sienten.